Es totalmente comprensible la frustración y desilusión que experimentan tanto los nuevos entusiastas como los operadores veteranos al intentar disfrutar de la radio en Banda Ciudadana (CB) de 27 MHz hoy en día.
Tras invertir dinero en equipos y esfuerzo para montar una estación base de calidad, el principal inconveniente que se encuentran es el elevado y constante ruido de fondo que llega incluso a saturar el receptor. Este ruido no proviene de fuentes naturales, sino del moderno entorno electromagnético que nos rodea.
Los principales culpables son los dispositivos electrónicos de consumo, especialmente las fuentes de alimentación conmutadas presentes en:
- Iluminación LED de bajo coste.
- Cargadores de teléfonos y otros aparatos.
- Paneles solares y sus inversores.
- Otros equipos electrónicos, sobre todo digitales, que radian interferencia electromagnética (EMI) no deseada.
Este «smog» electrónico, a menudo de banda ancha, ahoga las señales débiles y hace que las comunicaciones sean prácticamente imposibles, arruinando la experiencia y el desempeño normal de la afición.
La solución está en UHF
Afortunadamente, existe una vía para disfrutar de la comunicación personal sin licencias o con licencias muy simplificadas, eludiendo el problema del ruido que afecta a las ondas de 27 MHz.
La solución pasa por crear un servicio complementario de comunicaciones locales en frecuencias mucho más altas, en la banda de UHF (Frecuencia Ultra Alta), donde el ruido electrónico generado por los LED y otras fuentes es significativamente menor.
Ejemplos de esta exitosa migración incluyen:
- Australia y Nueva Zelanda (CB/UHF CB): Operan un servicio para ciudadanos muy popular en la banda de 477 MHz.
- Estados Unidos (GMRS – General Mobile Radio Service): Utiliza frecuencias cercanas a los 462/467 MHz, ofreciendo una alternativa con más potencia y funcionalidad que el FRS.
Estos servicios en UHF ofrecen la misma comodidad y propósito que la CB de 27 MHz, pero con una calidad de audio muy superior y, lo más importante, un entorno de escucha mucho más limpio, permitiendo a los usuarios comunicarse sin la constante interferencia que frustra a la comunidad de 27 MHz.
Esta alternativa de UHF es la que podría revitalizar la afición y ofrecer a los recién llegados la experiencia de radio que esperan, libre de la molestia del QRM (interferencia hecha por el hombre) moderno.
