Traducción libre del artículo original de Mark Haverstock, publicado en junio de 2012 por Popular Communications. © Mark Haverstock, 2012. Reservados todos los derechos. La traducción y su publicación en CB27.com tienen el permiso expreso del autor.

Mucho antes que Los Caraduras (1977), los camioneros y la canción de CW McCall, Convoy  (1976), pasaron a formar parte de la cultura popular de los Estados Unidos; la Banda Ciudadana (CB) ya existía desde hacía treinta años. Pequeñas empresas, bomberos voluntarios y familias la utilizaron como una forma barata de comunicarse.
Los jóvenes utilizaron la CB en las ciudades durante los años 60 de una forma parecida a como los de hoy utilizan las salas de chat, mensajes de texto o la mensajería electrónica para hablar y compartir las últimas noticias y chismorreos.
En los comienzos de la CB el ambiente era mucho más reservado y educado, a diferencia de la actitud del “gratis para todos” y la cacofonía en que se encuentra actualmente la banda. Hasta la década de los 70 los operadores utilizaban distintivos de llamada asignados, las frecuencias legales y se respetaban más o menos las reglas establecidas por la Administración.

La radio en Banda Ciudadana es útil y divertida
La radio en Banda Ciudadana es útil y divertida

Historia de los primeros días

La radio de Banda Ciudadana comenzó como un concepto muy simple: radio para todo el mundo.

Iniciativas para reconocer este servicio se remontan a 1938, cuando Herbert Brooks, W9SDG, de Port Wing (Wisconsin), escribió una carta al editor de la revista QST describiendo un teórico servicio de radio para los ciudadanos:

Se necesitan dispositivos portátiles de baja potencia en UHF que no correspondan a licencias comerciales, experimentales o de aficionados, sobre todo en los vehículos pesados, en modelismo por control remoto, para intercomunicación entre vendedores y camioneros, en la oficina-en-casa y entre bomberos y policía de ciudades pequeñas que no pueden permitirse mantener a un operador, además de muchos otros usos.

Años más tarde, en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, el contraalmirante Stanford C. Hooper presentó un borrador de un proyecto ante la Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC) proponiendo que se destinase una banda de frecuencias a los veteranos que regresaban a casa. La idea era que muchos veteranos que regresaban tenían conocimientos técnicos, ideas y habilidades para crear una nueva industria basada en las comunicaciones personales.
En 1945, justo después del anuncio del plan de Hooper, el comisionado de la FCC EK “Jack” Jett esbozó sus ideas sobre las comunicaciones personales de dos vías en un artículo sobre comunicaciones de radio personal en UHF titulado “Phone Me by Air” que se publicó el 28 de julio de 1945 en el Saturday Evening Post.

Estos acontecimientos crearon el escenario ideal para que la FCC asignara la banda de UHF entre 460 y 470 MHz para el nuevo Servicio de Radio Ciudadana.

En ese momento había dos clases de Servicio de Radio Ciudadana:

  • Radios de Clase A, objeto de algunas normas técnicas muy estrictas y que podían operar hasta con 50 vatios en algunas franjas de la banda
  • Radios de Clase B, con requerimientos técnicos simples pero que se limitaban a un rango menor de frecuencias y 10 vatios de potencia.

La primera autorización para operar en esta nueva banda fue otorgada en 1947 a John M. Mulligan, un ingeniero que construyó dos radios en el rango de 460 MHz para experimentación y pruebas cuyos resultados comunicó a la industria. Mulligan fue capaz de mantener una comunicación algo irregular en los canales de UHF entre una distancia de 8 kilómetros. En 1948, a la compañía de neumáticos Firestone le fue concedida la licencia experimental W1ØXXD en 27.255 KHz utilizando dos transmisores de 3 vatios. Los experimentos llevados a cabo por Firestone se pierden entre los registros corporativos de la empresa pero puede que aquellas radios hayan sido las precursoras de los aparatos de CB modernos.

Desde sus inicios la CB ha sido una banda de radio compartida por otros servicios.
Desde sus inicios la CB ha sido una banda de radio compartida por otros servicios.

Al Gross, padre de la Banda Ciudadana

Aunque Mulligan fue el primero en producir un prototipo de transceptor de CB, Al Gross, W8PAL, es considerado por muchos el padre de la radio en Banda Ciudadana, por su experimentación temprana en el diseño de radios, sobre todo con los equipos portátiles.
Entre 1938 y 1941 inventó y patentó en Estados Unidos un sistema móvil, ligero, de comunicación bidireccional (walkie-talkie). También se le concedió la primera licencia oficial de CB, 19WØØØ1, en marzo de 1948.

Tarjeta QSL de Al Gross (HamGallery.com)
Tarjeta QSL de Al Gross (HamGallery.com)

Durante el transcurso del año 1948, Gross creó la Citizens Radio Corporation, una empresa dedicada a producir radios de dos vías para uso personal. Su modelo 100-B se convirtió en la primera radio de CB del mundo aprobada por la FCC para su uso en la nueva Banda Ciudadana de 460 MHz y vendió la mayor parte de su producción a granjeros y a la Guardia Costera de los Estados Unidos. También licenció esta tecnología a varias empresas de electrónica.
Gross fue un adelantado a su tiempo. La tecnología UHF se encontraba todavía en sus albores y no se desarrolló lo suficiente como para que se vendieran radios masivamente y cubrir la demanda del consumidor medio a precios asequibles.

Al Gross es considerado por muchos como el 'padre de la CB'
Al Gross es considerado por muchos como el ‘padre de la CB’

A pesar de que las licencias de Clase A y B no hicieron crecer la CB como pudiera haber imaginado Al Gross, él fue el responsable de su temprano desarrollo y de la industria rentable que evolucionó partiendo de su trabajo, a partir del cual muchos fabricantes y minoristas pudieron disfrutar más tarde de considerables beneficios.
Transcurriría aún una década antes de que la radio en Banda Ciudadana atrapara realmente la atención del público.

El nacimiento de los 27 MHz

En 1958 la FCC estableció la CB de Clase D en 27 MHz, que es la Banda Ciudadana que hoy conocemos. En aquel entonces sólo habían 23 canales: los 22 primeros fueron tomados de lo que antes era la banda de 11 metros para aficionados, mientras que el canal 23 se compartió con dispositivos controlados por radio.
Además, había dos frecuencias comerciales ubicadas entre los canales 22 y 23 que más tarde se convertirían en los canales 24 y 25.

Los 27 MHz fueron elegidos porque era más barata la producción de equipos de radio en esta banda de relativamente baja frecuencia, en comparación con los equipos similares de UHF.
Las piezas eran más comunes y se esperaba que la fiabilidad fuese mejor.
Mejoraría también el perfil del usuario típico ya que el consumo energético era menor y la cobertura se vería menos afectada por los edificios y la orografía del terreno. Sin embargo existía un inconveniente al usar esta banda ya que la CB en 27 MHz era compartida por dispositivos industriales, científicos y médicos (ICM) que suponían un potencial peligro de crear interferencias.
Por todo el país la nueva radio en Banda Ciudadana de 27 MHz fue dando pasos agigantados gracias a los trabajadores. Ya se tratase de un fontanero, un electricista o un repartidor, el uso de estas radios relativamente baratas se convirtió en parte de la rutina diaria de la gente. En el año 1961 se concedieron más de 200.000 licencias de CB de todas las clases, con varias unidades autorizadas por licencia.

Portada de la revista 10-4, enero de 1962
Portada de la revista 10-4, enero de 1962
Portada de la revista CB Horizons, enero de 1964
Portada de la revista CB Horizons, enero de 1964

Las primeras normas y regulaciones

En los comienzos la FCC concibió la CB como “la banda de radio comercial de los pobres” y las normas eran similares a las que regían el Servicio de Radio Comercial. Era necesaria una licencia que se podía obtener por mayores de 18 años mediante una solicitud y el pago de una tasa. En unas semanas obtenías tu licencia oficial con un distintivo de llamada.
En los primeros días los distintivos de llamada eran expedidos por alguna de las 24 oficinas de distrito o se podían solicitar directamente a la oficina central en Washington, DC. Un distintivo de llamada como 2ØQ5Ø6Ø empezaba por uno o dos dígitos que indicaban el lugar de residencia del interesado, en este caso el distrito 20 en Pensilvania, seguido de la letra A, B, Q o W y cuatro dígitos. Sin embargo, la FCC fue más tarde advertida por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) de estar otorgando sin querer bloques de distintivos de llamada que pertenecían a otros países. La FCC cambió al uso de distintivos de llamada más convencionales de tres letras que comenzaban por el prefijo K seguido de cuatro dígitos, como KNP4914, mi primer distintivo de llamada familiar. Los distintivos de llamada fueron más tarde de cuatro letras seguidas de cuatro dígitos, como KBNA7694, para adaptar la CB al boom de los años 70 .

La CB estaba presente en los negocios y en el hogar.
La CB estaba presente en los negocios y en el hogar (foto: Darrell Davidson)

Hasta 1975 sólo los canales entre el 9 y el 15 y 23 podían usarse para llamadas entre estaciones con diferente licencia. Los canales entre el 1 y 8 y el 16 y 22 estaban reservados para comunicaciones entre estaciones bajo la misma licencia. El canal 23 era también un canal compartido entre licencia CB de Clase C, Clase D y banda comercial. Además, si bien podías hablar con otra estación bajo la misma licencia durante el tiempo que fuese necesario, las comunicaciones entre estaciones con distinta licencia estaban restringidas a no más de cinco minutos, con pausas obligatorias de cinco minutos tras cada conversación.
Estaba claro desde el principio que la FCC había diseñado la CB necesariamente como una banda para uso personal y comercial entre estaciones bajo la misma licencia y no para charlas entre estaciones con diferente licencia.
La mayoría de los primeros usuarios de la Banda Ciudadana en los años 60 operaron inicialmente sus estaciones tal como la FCC se había propuesto. Pero a medida que pasaba el tiempo el número de aficionados fue creciendo. Gente que por el día usaba la CB en los negocios pronto se hallaron charlando con otros usuarios por la noche. Aquello se convirtió en una especie de gigantesca “party line” a nivel nacional, un divertido lugar de encuentro en donde quedar y hacer nuevos amigos o ensayar la radioafición sin tener que examinarse.
Era también conveniente tener la capacidad de comunicarse desde el coche o desde un portátil (walkie-talkie). Esta utilidad, la tranquilidad y el deseo de tener una forma de respuesta a las llamadas de emergencia convirtieron al canal 9 de CB en un canal de emergencias y sentó las bases para que se crearan grupos como REACT (Radio Emergency Associated Communication Teams), patrullas de carretera y policía local para monitorizar el canal 9 de forma habitual.

Portada de la revista S9, noviembre de 1975
Portada de la revista S9, noviembre de 1975

Los equipos para la Banda Ciudadana

En los primeros años de la década de los 60 la mayoría de los transceptores de CB de Clase D operaban sólo en AM, eran a válvulas, cableados a mano y algo voluminosos. Las primeras radios podían transmitir entre los canales 1 y 12 y algunas disponían de un receptor variable con el que podían captar todos los canales. La mayoría de la gente no usaban más canales.
Pero cuando la banda se llenó, los fabricantes vieron la necesidad de ofrecer aparatos con los 23 canales. Aquello presentó un reto tanto técnico como comercial. La primera generación de radios de Banda Ciudadana usaban un cristal para transmitir y otro para recibir, lo que significaba la necesidad de tener 46 cristales para cubrir todos los canales, un gasto muy significativo. La síntesis de los cristales se convirtió en la solución efectiva y económica. Mezclando combinaciones de cristales se podían generar 23 canales (para emisión y recepción) con apenas 12 cristales.
Los fabricantes comenzaron a introducir en el mercado emisoras con banda lateral única (SSB) que atrajeron a operadores más serios. Sin grandes esfuerzos técnicos las radios con SSB permitían dividir los canales típicos de AM en dos partes, banda lateral superior e inferior. Con este tipo de radios y usando sólo una de las bandas laterales se disponía de más potencia para hablar. El resultado era más alcance y mejor uso del limitado número de canales de CB.
Cuando el FCC autorizó los 40 canales las operaciones en SSB pasaron a los canales 36-40. El canal 36 se convirtió en el canal no oficial de llamada para el modo SSB entre estaciones en busca de contactos y las charlas continuaban entre los canales 37 y 40.
El nivel máximo legal de potencia de salida para CB en Estados Unidos es de 4 vatios para AM y 12 vatios de pico (PEP) para SSB, medidos en el conector de la antena de la parte trasera de la radio. Esto fue suficiente para cubrir el área local de una estación con licencia (de 8 a 40 km.), dentro del límite de 240 kilómetros impuesto por la FCC.

Emisora de 40 canales AM de la marca SHARP Emisora de 40 canales AM de la marca SHARP

Emisora de 40 canales AM y SSB de la marca Teaberry Emisora de 40 canales AM y SSB de la marca Teaberry

Control remoto

Además de los canales de voz existe un servicio de Clase C para dispositivos controlados por radio en el que no están permitidas las transmisiones vocales. Dispone de seis canales en la banda de 27 MHz, cinco son asignaciones de 10 KHz no usadas entre los canales 3/4, 7/8, 11/12, 15/16 y 19/20 y el sexto es compartido con el canal 23 . Los emisores de radiocontrol pueden usar hasta 4 vatios en los cinco primero canales y 25 vatios en el último, 27.255 KHz.
Los canales Clase C en 27 MHz no están numerados oficialmente como en la Clase D. Los aficionados al radiocontrol suelen asignarlos mediante colores y hacen ondear banderas de diferente color en las antenas para mostrar quién está en qué canal.
Por otra parte, algunos operadores de CB usan de forma ilegal estos canales para comunicaciones de voz y suelen referirse a ellos mediante el canal de vocal inferior más cercano, como el 3A y 7A. Aunque estos canales siguen estando disponibles, muchos de esos dispositivos se han desplazado a la banda exenta de licencia de 49 MHz para evitar interferencias procedentes de estaciones de CB cercanas.
Los aficionados más serios operan los modelos radiocontrolados en otras bandas para evitar interferencias, algo especialmente importante en modelos de aviones ya que representa un problema de seguridad.
El servicio de Clase C dispone también de 50 canales sólo para aeromodelos en la franja de 72 a 73 MHz, y 30 canales más para modelos de superficie como coches y barcos en la franja de 75.4 a 76 MHz. En estos canales la potencia permitida es de 750 milivatios.

Algunos modelos controlados por radio siguen usando la banda de 27 MHz (foto: Ximo Sendra)
Algunos modelos controlados por radio siguen usando la banda de 27 MHz (foto: Ximo Sendra)

Sobrepasando los límites

Cuando el ciclo solar de 11 años tuvo su máximo a finales de los 60 un nuevo fenómeno en la banda de CB (propagación de las ondas) levantaría pasiones. El DX se convirtió en el Santo Grial, la última respuesta a la cuestión insistente de cuan lejos las emisoras de CB pueden ser escuchadas.
Durante los periodos de actividad solar incluso los transmisores de baja potencia en 27 MHz pueden a veces escucharse a cientos o incluso miles de kilómetros. En época de máximos de actividad la banda puede permanecer abierta a gran parte del mundo durante largos periodos de tiempo. En años de baja actividad solar no es posible realizar estas operaciones de ningún modo.
Algunas señales de radio saltan literalmente sobre el espacio entre los puntos de emisión y recepción. La señal no sigue la curvatura de la Tierra y en su lugar sigue una línea relativamente recta hacia capas cargadas de la ionosfera, en donde rebota y vuelve a la superficie. Estas señales recorren cientos e incluso miles de kilómetros. No obstante, este fenómeno no siempre funciona y está supeditado de los caprichos de la Madre Naturaleza y no era legal ya que la FCC estipuló un límite de 240 kilómetros para las comunicaciones en CB.
Algunos aficionados operan de forma ilegítima en la llamada “free-band“, llegando a usar también equipos de Banda Ciudadana que han sido modificados para ampliar su rango de frecuencias y aumentar sus potencias, o equipos de amateurs operados fuera de la banda de 10 metros asignada al servicio de radioaficionados.

La práctica del DX es muy popular en la banda de 27 MHz.
La práctica del DX es muy popular en la banda de 27 MHz.

Servicios más actuales

En 1973 hubo intentos para ubicar cerca de 220 MHz un nuevo servicio de Banda Ciudadana de Clase E. Se intentaba eliminar ciertas interferencias y la propagación que existe en onda corta. Pero esta propuesta se encontró con la fuerte oposición de las organizaciones de radioaficionados y nunca fue implementada.
Hoy, además de los 40 canales de CB en 27 MHz, la FCC ha creado dos nuevos servicios de radio exentos de licencia: el Servicio de Radio Familiar (FRS) y el Servicio de Radio Multi-Uso (MURS) para uso personal.

  • FRS: 14 canales en UHF FM con 500 milivatios, usados para comunicaciones de corto alcance (menos de 4 kilómetros). La gente usa este servicio para mantener contacto con la familia, para la caza o radioasistencia en eventos.
  • MURS: 5 canales en VHF FM con un límite de potencia de 2 vatios que ofrece un alcance potencial de 8 kilómetros o más.

De todas formas, ninguno de los dos servicios son particularmente adecuados para las comunicaciones de ocio y recreo como la actual Banda Ciudadana o la radioafición.

En Europa existe el servicio PMR446 (Radio Móvil Personal en 446 MHz), similar en potencia al FRS americano pero con sólo 16 canales, cuya variante digital es el dPMR446. Existe también el servicio SDR860
Multi-Use Radio Service (MURS)
Multi-Use Radio Service (MURS)
Pareja de walkies para el servicio PMR446 europeo.
Pareja de walkies para el servicio PMR446 europeo.

¿Qué es lo próximo?

¿Qué nos depara el futuro para los servicios de comunicaciones personales? Los avances tecnológicos llevan lentamente las comunicaciones personales hacia los modos digitales, más eficientes. Es como si la radio CB analógica que conocemos se esté desfasando a favor de unas formas de comunicación más eficientes sobre el espectro.
Si se observan las tendencias en radioafición, las bandas laterales (SSB) han reemplazado a la AM en las comunicaciones de voz en bandas de onda corta (HF) y el D-Star digital se está introduciendo en bandas de VHF y UHF.
Resulta difícil predecir hacia dónde caminan las intenciones de la FCC ante este panorama. A medida que la demanda de espectro de radio siga creciendo es concebible que se le asignen a la Banda Ciudadana otras frecuencias y modos. Pensemos en lo acontecido hace poco con los canales terrestres de televisión. Los auténticos usuarios forofos de los 27 MHz no se saldrán de la banda de forma voluntaria y la FCC históricamente no ha sido especialmente exitosa vigilando las prácticas ilegales.

Mark Haverstock (KPC6PC) es historiador y un gran entusiasta de la Banda Ciudadana. Vive en Youngstown (Ohio).

Artículo relacionado:
El boom de la CB en Estados Unidos durante la década de 1970

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12 comentarios

  1. Con la indiferencia de la SETSI hacia nuestro servicio, sea para bien como para mal, me quedo con la filosofía leída en este articulo y que unos pocos realmente hemos luchado por la C.B. en España, aunque pensamos de distinta manera de como se debería usar la Banda Ciudadana, es la de la fuerte oposición de las asociaciones del sector, esa y solo esa es la que hará fuerza para que nos nos desplacen a donde no queramos estar, pero solo si luchamos juntos y con el apoyo de los usuarios.

  2. Excelente exposición del antes, ahora, y un cierto camino al futuro, que pienso debería ser exclusivo de los usuarios de CB y vetado a otro tipo de radioaficionados con otros estilos de hacer y ver la radioaficion, saludos, 73ara todos.

  3. I have a post card originaliteit From al gross of 1970
    The men hag given to me in Belgium
    Ist liker the yellow card

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