En el mismo momento que en España se intenta adoptar una iniciativa importada desde Portugal, resulta que llega del país vecino una alternativa, adecuada a nuestros días, para impulsar y revitalizar el uso del canal 9 de Banda Ciudadana. Los argumentos parecen consistentes, con cierta lógica y sentido común:
Cuando apareció por primera vez en las armadas y marinas mercantes de todo el mundo hace aproximadamente un siglo era un plan innovador. El consumo eléctrico de los equipos de válvulas electrónicas de entonces era muy elevado. Sin embargo, hoy en día está completamente obsoleto, ya sea en el mar, el aire o en tierra. Es impensable esperar hasta 3 minutos cada 3 horas para transmitir una llamada de auxilio o socorro.
Afortunadamente, los equipos de radiocomunicaciones actuales consumen mucha menos energía y tenemos fácil acceso a fuentes de energía alternativas como baterías, paneles solares, dinamos, alternadores y aerogeneradores. En tierra, para uso civil, por ejemplo, en caso de un apagón, recomendamos que quienes no dispongan de una fuente de energía alternativa para recargar las baterías o alimentar directamente la radio, la enciendan, por ejemplo, cada hora o cada media hora a la hora o media hora exacta, durante unos minutos que se definirán en el plan de radiocomunicaciones de emergencia familiar o comunitario (véase el capítulo 4, «Trabajando directamente con el público», de la Guía IARU sobre comunicaciones de emergencias), y que señalen su presencia en el canal 9, apagándola posteriormente si no reciben una llamada para ahorrar batería.
Más importante que adoptar los planes de otros es saber contextualizarlos en la realidad contemporánea y garantizar que sirvan a los fines previstos.
João Saraiva, Guardiões do Canal 9


